Tormenta (Dug) era el caballo que acompañó a Gengis Kan en la creación del imperio más grande de la historia. Pero si el conquistador levantara hoy la cabeza seguro que lo abandonaba.
Recorrer kilómetros por pistas es la única manera de entender Mongolia, un país de nómadas que van a caballo (o en moto). Eso sí, sin el vehículo adecuado puede ser una auténtica tortura.
Un vehículo ágil, cómodo y fiable te permitirá recorrer lo más emblemático de Mongoloia, navegar por el pedregoso desierto de Gobi, la infinita estepa o un llegar al gran lago Khövsgöl rodeado de un paisaje siberiano sin sufrir golpes, bandazos y torticolis.
Seguramente la elección de Gengis Kan hoy.
Eso sí, si a ti lo que te pone son los parajes ignotos, salvajes y retadores tu brújula está apuntando concretamente a un punto.
Altái.
Un lugar dónde las grandes protagonistas son las montañas, unas montañas que hacen frontera con Kazajistán, Mongolia, Rusia y China, siempre omnipresentes, con su presencia y sus miles de leyendas.
Un trekking en la Montañas Doradas que te regalará la ascensión a la una muy especial que jamás olvidarás, el Malchin (4050 m)
Y no es para menos, su aislamiento te situará ante un macizo de una pureza tan impresionante que te explotará la cabeza. Aquí habitan desde cabras montesas y argalis hasta el leopardo de las nieves.
Tú eliges, desconexión total o aventura en vena.