Mucho más que Petra
Jordania es historia.
La de los Omeya que nos dejaron los castillos del desierto, la del imperio romano en Jerash, del cristianismo en Madaba y la de los nabateos en la ciudad tallada en la piedra de Petra, la joya de la corona entre las numerosas antigüedades del país.
Pasear por Wadi Rum al atardecer te llevará a comprender por qué Lawrence de Arabia se sentía tan atraído por esta tierra de arenisca erosionada y dunas rojizas.
Pero los paisajes desérticos del país no se limitan al sureste; abarcan un mar de sal en el punto más bajo del planeta, cañones por los que fluyen aguas estacionales, oasis con palmeras y una explosión de flores primaverales que cubren áridas colinas.
En Jordania puedes vivir aventuras de todo tipo, desde las más clásicas a las que jamás se te habrían pasado por la cabeza.
¿Cúal prefieres?